Un breve balance para cerrar el año

¡Hola a todos y a todas!

Como último trabajo del año, vamos a aprender a hacer un balance. ¿Qué es un balance del año? Es algo así como una reflexión personal acerca de la experiencia vivida a lo largo de las clases de Prácticas del Lenguaje de este año.

Reflexionar acerca de una experiencia significa formularse preguntas tales como: ¿Qué aprendí a lo largo del año?, es decir, en relación a lo que ya sabía, qué aprendizajes creo que he adquirido a lo largo de este año en esta materia. Tengan en cuenta que no sólo se aprenden contenidos como qué es un mito o cuál es la diferencia entre un modificador directo y uno indirecto sino que también se aprenden habilidades: de análisis, de lectura, de escritura... Y también se aprenden actitudes: compartir un trabajo, la división de tareas, la tolerancia por quienes son diferentes de mí...

Otra pregunta que puedo hacerme para hacer un balance es qué cosas me hubiera gustado aprender y no llegué a aprenderlas del todo, ya sea aquellas que se dieron en clase y que no pude aprovechar del todo como aquellas que nunca se tocaron en clase y me hubiera gustado abordar.

También puedo preguntarme por los textos literarios que leímos este año: ¿Cuáles me gustaron y por qué y cuáles no me gustaron y por qué? ¿Cuáles me dejaron algo y cuáles me resultaron más indiferentes? ¿Crecí como lector en relación al año anterior?...

En fin, este balance no sólo les sirve a ustedes para hacer una autoevaluación sino que también nos sirve a los docentes para hacer una evaluación de los resultados del año. A pesar de que los profes siempre hacemos nuestro propio balance, nos ayuda mucho el balance que cada uno de ustedes realiza de su propia actuación.

Entonces, hasta el viernes 25 de noviembre tienen tiempo de escribir unas breves palabras que constituirán el balance del año. Por mi parte, una vez que lea los balances de ustedes, me comprometo a hacer una devolución en este medio.

¡Espero ansiosa la lectura de sus balances!