Los alumnos trabajaron con textos con función didáctica como las fábulas y escribieron contrafábulas, es decir, textos que invirtieran o reformularan las enseñanzas tradicionales de las mismas.
Acá les dejo dos de los mejores textos:
Por Sebastián de la Fuente:
Fábula
El pescador y el pez
Un
pescador, después de lanzar al mar su red, sólo cogió un pez. Suplicó éste al pescador que le dejara por el
momento en gracia de su pequeñez.
—Cuando
sea mayor, podrás pescarme de nuevo, y entonces seré para ti de más provecho -,
terminó el pez.

Moraleja: “Más vale una moneda en la mano, que un tesoro en el fondo del mar.”
Contrafábula
El pescador y el pez
Un
pescador, después de lanzar al mar su red, sólo cogió un pez muy pequeño. Suplicó éste al pescador que le dejara por el
momento en gracia de su pequeñez.
—Cuando
sea mayor, podrás pescarme de nuevo, y entonces seré para ti de más provecho— terminó
el pececillo.
Y
así fue: el pescador lo dejó ir.
Tiempo
después el hombre volvió en busca del pez. Lo buscó y lo buscó hasta encontrarlo.
Tiró su red y, como ya había crecido, tuvo que hacer mayor esfuerzo hasta que, finalmente,
lo pescó.
El
pescador, aprovechando el hermoso día,
limpió la parrilla, prendió el fuego y terminó disfrutando de un delicioso pez
a la parrilla.
Moraleja:
“Más vale tesoro en la mano que un pez pequeño en el fondo del mar.”
Por Luciana Ibáñez:
Fábula
La tortuga y los patos
Un día había una
tortuga que vivía en un jardín. Ella estaba cansada de
estar ahí todos los días, pero como caminaba lento dijo:
"Nunca voy a llegar a ningún lado".
Dos patos
que pasaban por ahí la vieron y le dijeron: "Tranquila, tortuga,
nosotros vamos a crear un aparato para hacerte volar". Los patos tomaron
un palito y lo agarraron con los picos una por cada extremo. La tortuga aferró
fuerte con la boca el palito y los patos remontaron vuelo. La tortuga voló.
Ella, contenta, dijo: "Soy la reina de las tortugas" pero no se dio
cuenta que al abrir la boca, caería para darse un fuerte golpazo. Entonces,
toda adolorida dijo: “¡Ay! ¡Por creerme la reina de las tortugas ahora soy la
reina de los chichones!
Moraleja: "Nunca hay que sentirse
demasiado importante, porque se puede subir como lo hizo la tortuga
pero también se puede bajar"
Contrafábula
La tortuga y los patos
Un día había una tortuga que vivía en un
jardín. Ella estaba cansada de estar ahí todos los días, pero
como caminaba lento dijo: "Nunca voy a llegar
a ningún lado".

Moraleja: "Si deseas muy fuertemente
algo, tu deseo puede hacerse realidad”